La otra crisis de la televisión
Salida de ejecutivos, maratón de Los Simpsons, despidos y menos rating. No todo es culpa de la crisis financiera internacional. Expertos explican por qué la industria televisiva ha estado tan movida.
Leonardo NúñezCuando TVN informó que Vicente Sabatini y Pablo Ávila perdían sus cargos claves al interior del canal, las alarmas sonaron en toda la industria televisiva chilena. Su salida coronaba el complicado escenario que viven estos medios.
Si las aguas ya estaban oscuras para los canales, la crisis financiera profundizó una tendencia: siguió la cancelación de programas, un menor avisaje, merma de audiencia, los despidos y hasta un departamento de prensa reducido al mínimo (La Red). Pero tampoco se puede culpar sólo a la recesión. Para los expertos en industria televisiva, el descalabro en los canales responde a una crisis propia de los medios, que ha afectado con mayor fuerza a la TV.
Lo que hizo la crisis financiera fue evidenciar estos problemas que venían de antes. Por ello el académico de la Universidad Diego Portales, Miguel Paz, considera tardía la respuesta de los canales. "La crisis de la industria era parte de las discusiones de las organizaciones de noticias en todo el mundo", dice el también periodista de "El Mostrador". "Pero en Chile, en áreas como la TV, no se ha tomado suficientemente en cuenta. En los diarios, el análisis es constante".
El académico de la UC, Eduardo Arriagada, dice que la TV es el medio más golpeado por el "tsunami digital": "Para simplificarlo, en los '80 seis de cada diez minutos que la gente dedicaba a los medios estaban dirigidos a TV. En el 2020, no serían más de tres minutos de cada diez".
En sus palabras, la TV abierta dejó de ser "la reina". Hoy debe luchar con una mayor oferta: con más canales y más presencia del cable. "Hay una multiplicación de alternativas", explica este experto en manejo empresarial de los medios. "Además, con el sistema de la TV digital y sus grabadoras, el televidente puede cambiar los tiempos de visita. La gente está consumiendo TV a su manera; la TV que conocíamos ya no es la misma".
A esto responden tantos movimientos en la industria. Los que, a su vez, se reflejan en pantalla. El director de programación de Canal 13, Vasco Moulian, y su propuesta de "televisión flexible" es un ejemplo. Con el maratón de Los Simpsons, el retraso de su noticiero central, las repeticiones de viejos programas y cambios de horario, busca conquistar este público que ya no se reúne en familia a ver "Sábados Gigante".
TVN con dos cabezas "era exagerado"
"Hay productores que han entendido mejor estas señales", dice Arriagada. Lo ilustra con la irrupción de CNN Chile. Los que decían que no se podía financiar un señal con 24 horas de noticias, lo hacían pensando con una mentalidad de televisión antigua. "La CNN de USA nunca ha vendido rating. Lo que vende es una media hora de noticias que repiten 48 veces. Pero te dicen, por ejemplo, que el día lunes hubo 90 mil chilenos de clase alta que vieron un aviso (x del noticiero), porque entraron en cualquier momento del día a ver el noticiero. Cuando entiendes esto así, cambias la manera de hacer TV".
Por eso tampoco le extrañó cuando Mega alargó "Casado con hijos" en desmedro de media hora de noticiario. "Mega rompió los horarios. Y ahora hacen lo mismo los canales grandes", señala el académico. "Creo que Vasco Moulian está entendiendo mejor lo que viene; entiende que no se puede seguir haciendo lo mismo. Antes, un canal grande era el cabrón. Decía, yo soy así y asá. Porque soy el 13. Pero ahora no es nadie. La gente se cambia de canal sin problemas".
Le pasó a TVN con "El Juego del Miedo". Haber tenido realities exitosos asociados a su marca y contar con Carlos Pinto no fue suficiente. Nadie vio el espacio. El público cambió de canal y TVN a sus directores de Programación (Sabatini) y de Producción de Contenidos (Ávila).
"Lo que hizo TVN fue algo muy duro, descabezó al canal. Fue como decir que se da por perdido el 2009", piensa Arriagada. “No es mala idea porque este es un año de mierda. Entonces, para que la María Elena Wood (nueva directora de programación) se ponga las pilas van a pasar cuatro meses. Y como este año Canal 13 está a medio morir saltando, TVN puede aprovechar la oportunidad de hacer una operación que estratégicamente tenía que hacer. Quizás necesitaba personas más modernas y capaces de entender esto y funcionar distinto. Porque tener dos cabezas era exagerado", dice en alusión al amplio poder que tenían Sabatini y Ávila en TVN. Esto obligó a que el director ejecutivo, Daniel Fernández, dirimiera sus diferencias cuando no estaban de acuerdo, según ha trascendido.
Cambiar el modelo o morir
Pero no sólo es la forma de programar la que está cuestionada. También el modelo de negocios de la industria. Ya no basta con tener audiencia. Lo dice Arriagada: "Mega ha aumentado su rating, pero quizás con un sólo tipo de estrato socioeconómico, comercialmente menos atractivo. Por eso es importante tener un modelo de negocios que funcione (...) En eso, quizás, ciertos números de Canal 13 sean mucho más atractivos".
El cuestionamiento al modelo de negocios quedó en evidencia cuando ya no se podía financiar esa TV de grandes estelares. Como traer a Julio Iglesias para tenerlo una noche en "Martes 13". Dice Miguel Paz: "La industria (chilena) está atrasada. Los grandes canales especialmente se están sustentando mucho en sus modelos anteriores de éxito. Todavía piensan en hacer un estelar o que un programa lo van a repetir en el verano. Siguen pensando en los caballitos de batalla que siempre habían funcionado (...) Si hablamos de resultados para capear la ola, ciertamente los canales chicos tienen más posibilidades. Chilevisión tiene muchos menos empleados que Canal 13. Su estructura de costos es más liviana. Son canales más nuevos y más flexibles".
Por ello varios académicos sostienen que el problema de la industria televisiva es estructural. Arriagada: "La crisis hizo más duro el aterrizaje, el guatazo va a doler más. Eso se ve en los diarios también, muchos han debido cerrarse antes de lo que se pensaba. En los canales no va a ser necesaria la misma cantidad de gente. Se van ha cerrar programas y aumentará la licitación de éstos con productoras externas, que no significan un costo fijo para los canales".
El futuro: adiós a las masas, bienvenido los nichos
Frente a un escenario de mayor oferta, los canales van a tener que competir áun más por el tiempo de la gente. Y con sus gustos específicos. "Si antes el modelo del best seller, como dice Chris Anderson en su libro ‘La cola larga’, era lo que se llevaba, el gran programa a lo ‘Martes 13', ahora con los distintos públicos, la audiencia se fragmentó y cada uno ve lo que quiere", dice Paz.
Claro que los grandes hitos continuarán. Como el Festival de Viña o el campeonato mundial, donde se vuelven a juntar todos los chilenos. Pero serán casos puntuales. "Antes se veían muchos los noticieros, más del 79% del público lo hacía al día. Estoy convencido que eso ya no existe. Desde la llegada de CNN, cambió todo. (La llegada) de CNN responde a que hay un mercado distinto", dice Arriagada.
El profesor de la UC también se ve pesimista sobre el futuro de la TV abierta cuando se inicie la TV digital en Chile: "La TV digital europea se está cayendo a pedazos. En Inglaterra, los tres canales privados más importantes pidieron autorización al gobierno para fusionarse. Así de mal están económicamente. No basta multiplicar las señales. ¿Quién financia esas señales? ¿Cómo tú pagas una TV de calidad mínima con 20 canales en una ciudad como Santiago? Quizás no hay recursos para hacerlo".
Miguel Paz, por su parte, proyecta que los canales potenciarán su presencia en Internet: "TVN contrató a Mario Cabezas para que se hiciera cargo de Internet, él le ha dado nuevos bríos a esta área. Y Canal 13 está rediseñando todo su sitio. Eso da pie para pensar que los canales puedan renovarse. Cuánto y cuán rápido, es la pregunta que queda por ver".
A juicio de Arriagada, la televisión en los próximos años va a tener más programas de nicho, más segmentados. "En el fondo, la programación para toda la familia es una programación para nadie. Por eso tiene que cambiar".
Si las aguas ya estaban oscuras para los canales, la crisis financiera profundizó una tendencia: siguió la cancelación de programas, un menor avisaje, merma de audiencia, los despidos y hasta un departamento de prensa reducido al mínimo (La Red). Pero tampoco se puede culpar sólo a la recesión. Para los expertos en industria televisiva, el descalabro en los canales responde a una crisis propia de los medios, que ha afectado con mayor fuerza a la TV.
Lo que hizo la crisis financiera fue evidenciar estos problemas que venían de antes. Por ello el académico de la Universidad Diego Portales, Miguel Paz, considera tardía la respuesta de los canales. "La crisis de la industria era parte de las discusiones de las organizaciones de noticias en todo el mundo", dice el también periodista de "El Mostrador". "Pero en Chile, en áreas como la TV, no se ha tomado suficientemente en cuenta. En los diarios, el análisis es constante".
El académico de la UC, Eduardo Arriagada, dice que la TV es el medio más golpeado por el "tsunami digital": "Para simplificarlo, en los '80 seis de cada diez minutos que la gente dedicaba a los medios estaban dirigidos a TV. En el 2020, no serían más de tres minutos de cada diez".
En sus palabras, la TV abierta dejó de ser "la reina". Hoy debe luchar con una mayor oferta: con más canales y más presencia del cable. "Hay una multiplicación de alternativas", explica este experto en manejo empresarial de los medios. "Además, con el sistema de la TV digital y sus grabadoras, el televidente puede cambiar los tiempos de visita. La gente está consumiendo TV a su manera; la TV que conocíamos ya no es la misma".
A esto responden tantos movimientos en la industria. Los que, a su vez, se reflejan en pantalla. El director de programación de Canal 13, Vasco Moulian, y su propuesta de "televisión flexible" es un ejemplo. Con el maratón de Los Simpsons, el retraso de su noticiero central, las repeticiones de viejos programas y cambios de horario, busca conquistar este público que ya no se reúne en familia a ver "Sábados Gigante".
TVN con dos cabezas "era exagerado"
"Hay productores que han entendido mejor estas señales", dice Arriagada. Lo ilustra con la irrupción de CNN Chile. Los que decían que no se podía financiar un señal con 24 horas de noticias, lo hacían pensando con una mentalidad de televisión antigua. "La CNN de USA nunca ha vendido rating. Lo que vende es una media hora de noticias que repiten 48 veces. Pero te dicen, por ejemplo, que el día lunes hubo 90 mil chilenos de clase alta que vieron un aviso (x del noticiero), porque entraron en cualquier momento del día a ver el noticiero. Cuando entiendes esto así, cambias la manera de hacer TV".
Por eso tampoco le extrañó cuando Mega alargó "Casado con hijos" en desmedro de media hora de noticiario. "Mega rompió los horarios. Y ahora hacen lo mismo los canales grandes", señala el académico. "Creo que Vasco Moulian está entendiendo mejor lo que viene; entiende que no se puede seguir haciendo lo mismo. Antes, un canal grande era el cabrón. Decía, yo soy así y asá. Porque soy el 13. Pero ahora no es nadie. La gente se cambia de canal sin problemas".
Le pasó a TVN con "El Juego del Miedo". Haber tenido realities exitosos asociados a su marca y contar con Carlos Pinto no fue suficiente. Nadie vio el espacio. El público cambió de canal y TVN a sus directores de Programación (Sabatini) y de Producción de Contenidos (Ávila).
"Lo que hizo TVN fue algo muy duro, descabezó al canal. Fue como decir que se da por perdido el 2009", piensa Arriagada. “No es mala idea porque este es un año de mierda. Entonces, para que la María Elena Wood (nueva directora de programación) se ponga las pilas van a pasar cuatro meses. Y como este año Canal 13 está a medio morir saltando, TVN puede aprovechar la oportunidad de hacer una operación que estratégicamente tenía que hacer. Quizás necesitaba personas más modernas y capaces de entender esto y funcionar distinto. Porque tener dos cabezas era exagerado", dice en alusión al amplio poder que tenían Sabatini y Ávila en TVN. Esto obligó a que el director ejecutivo, Daniel Fernández, dirimiera sus diferencias cuando no estaban de acuerdo, según ha trascendido.
Cambiar el modelo o morir
Pero no sólo es la forma de programar la que está cuestionada. También el modelo de negocios de la industria. Ya no basta con tener audiencia. Lo dice Arriagada: "Mega ha aumentado su rating, pero quizás con un sólo tipo de estrato socioeconómico, comercialmente menos atractivo. Por eso es importante tener un modelo de negocios que funcione (...) En eso, quizás, ciertos números de Canal 13 sean mucho más atractivos".
El cuestionamiento al modelo de negocios quedó en evidencia cuando ya no se podía financiar esa TV de grandes estelares. Como traer a Julio Iglesias para tenerlo una noche en "Martes 13". Dice Miguel Paz: "La industria (chilena) está atrasada. Los grandes canales especialmente se están sustentando mucho en sus modelos anteriores de éxito. Todavía piensan en hacer un estelar o que un programa lo van a repetir en el verano. Siguen pensando en los caballitos de batalla que siempre habían funcionado (...) Si hablamos de resultados para capear la ola, ciertamente los canales chicos tienen más posibilidades. Chilevisión tiene muchos menos empleados que Canal 13. Su estructura de costos es más liviana. Son canales más nuevos y más flexibles".
Por ello varios académicos sostienen que el problema de la industria televisiva es estructural. Arriagada: "La crisis hizo más duro el aterrizaje, el guatazo va a doler más. Eso se ve en los diarios también, muchos han debido cerrarse antes de lo que se pensaba. En los canales no va a ser necesaria la misma cantidad de gente. Se van ha cerrar programas y aumentará la licitación de éstos con productoras externas, que no significan un costo fijo para los canales".
El futuro: adiós a las masas, bienvenido los nichos
Frente a un escenario de mayor oferta, los canales van a tener que competir áun más por el tiempo de la gente. Y con sus gustos específicos. "Si antes el modelo del best seller, como dice Chris Anderson en su libro ‘La cola larga’, era lo que se llevaba, el gran programa a lo ‘Martes 13', ahora con los distintos públicos, la audiencia se fragmentó y cada uno ve lo que quiere", dice Paz.
Claro que los grandes hitos continuarán. Como el Festival de Viña o el campeonato mundial, donde se vuelven a juntar todos los chilenos. Pero serán casos puntuales. "Antes se veían muchos los noticieros, más del 79% del público lo hacía al día. Estoy convencido que eso ya no existe. Desde la llegada de CNN, cambió todo. (La llegada) de CNN responde a que hay un mercado distinto", dice Arriagada.
El profesor de la UC también se ve pesimista sobre el futuro de la TV abierta cuando se inicie la TV digital en Chile: "La TV digital europea se está cayendo a pedazos. En Inglaterra, los tres canales privados más importantes pidieron autorización al gobierno para fusionarse. Así de mal están económicamente. No basta multiplicar las señales. ¿Quién financia esas señales? ¿Cómo tú pagas una TV de calidad mínima con 20 canales en una ciudad como Santiago? Quizás no hay recursos para hacerlo".
Miguel Paz, por su parte, proyecta que los canales potenciarán su presencia en Internet: "TVN contrató a Mario Cabezas para que se hiciera cargo de Internet, él le ha dado nuevos bríos a esta área. Y Canal 13 está rediseñando todo su sitio. Eso da pie para pensar que los canales puedan renovarse. Cuánto y cuán rápido, es la pregunta que queda por ver".
A juicio de Arriagada, la televisión en los próximos años va a tener más programas de nicho, más segmentados. "En el fondo, la programación para toda la familia es una programación para nadie. Por eso tiene que cambiar".
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