26 may 2007

La Televisión Chilena

TVyVideo

Televisión chilena:
De las emisiones universitarias al mercado del cable
Vera, Adriana-Corresponsal en Santiago de Chile, Enero de 1996

Desde los inicios de la televisión, el público chileno ha sido exigente con la calidad de sus programas. Hoy día la principal preocupación de los televidentes se centra en recibir un mejor servicio (calidad y variedad) tanto de los canales de televisión abierta como de los operadores de cable.
Orígenes de la televisión chilena
La televisión chilena surgió en 1957, cuando en la Universidad Católica de Valparaíso se transmitieron por primera vez imágenes de la avenida Brasil y del cerro Barón. En agosto de 1959, la UCV realizó la primera transmisión de televisión oficial, utilizando para ello la frecuencia 8. La actividad se fue desarrollando lentamente y sus emisiones eran captadas por aparatos receptores dispuestos en algunos lugares de la ciudad porteña.
A pesar de esta emisión, se asume como la primera transmisión oficial la efectuada por la Universidad Católica de Santiago, el 21 de agosto del año 1959 por la frecuencia 2. En una primera etapa se transmitía los lunes, miércoles y viernes, una o dos horas diarias. Contaban con un transmisor de video de 200 wats. Se transmitía desde el último piso de la casa central de la universidad, con una antena direccional de seis metros.
Ese mismo año se cambió de la frecuencia 2 a la 13 y simultáneamente se regularizaron las transmisiones con programas en vivo los martes y los jueves, mientras los sábados se transmitía cine. El desarrollo de la TV se aceleró aún más con motivo del Mundial de Fútbol que se realizó en Chile en 1962.
Paralelo a este proceso se creó en la Universidad de Chile un departamento audiovisual producto de la fusión entre los departamentos de cine, radio y la cinemateca universitaria. En sus inicios la idea no era crear un canal de televisión abierta, sino más bien un sistema de circuito cerrado que permitiera unir a las distintas escuelas de la universidad que físicamente se encontraban muy separadas.
Debido al éxito que tuvo el sistema, las autoridades decidieron utilizar el medio como un método de extensión cultural hacia la comunidad. Las transmisiones regulares se iniciaron el 4 de noviembre de 1960.
Televisión universitaria
Ligado a su acelerado desarrollo tecnológico, cabe destacar que los centros de educación superior chilenos gozaban de gran prestigio tanto en el ámbito nacional como internacional. Por ello, los canales de televisión que surgieron en la década de los sesenta lo hicieron al alero de las universidades. No había normas legales que rigieran sus operaciones, por lo tanto se guiaban por orientaciones que provenían de las propias autoridades académicas incluyendo algunas reglas, especialmente referidas a su contenido de programación.
Televisión nacional de Chile (TVN)
A partir de 1969 se creó una red nacional de televisión estatal producto de la promulgación de la ley 17.377, que otorgó una legislación necesaria para el surgimiento de Televisión Nacional de Chile, además de proveer otros aspectos de importancia para el desarrollo de la televisión en general, tales como: el reconocimiento legal de los canales universitarios ya existentes, la fijación de objetivos para la programación de las estaciones y la creación del Consejo Nacional de Televisión, que vela por el cumplimiento de los objetivos señalados en la normativa legal. En la actualidad TVN se desarrolla como una empresa autónoma del Estado, administrada por un consejo directivo y un director ejecutivo.
Distinta ha sido la situación del canal 13, Corporación de Televisión de la Universidad Católica de Chile, el cual ha mantenido su característica de universitario y se encuentra ubicado como uno de los canales de televisión latinoamericano con mayor desarrollo. Además de ser uno de los pioneros en el ámbito nacional, posee unos muy altos índices de audiencia y cobertura de 100% en el territorio chileno.
Nuevos canales
A partir de la década de los noventa, se sumó a la lista de canales ya existentes Megavisión S.A., el primer canal privado en un mercado de la televisión chilena. Desde 1993 llega en directo a todo el territorio nacional.
En la actualidad Megavisión S.A., se encuentra asociado con la red mexicana Televisa, la cual posee 40% de las acciones de la compañía. El resto es propiedad de la empresa de comunicaciones CIECSA, presidida por Ricardo Claro.
De similares características es La red, canal también privado y con participación de extranjeros en su propiedad. El 51% pertenece al Consorcio Periodístico S.A. (COPESA), y el 49% restante a Camwest Global Communications Corp.
En el mismo plano de las asociaciones, el canal 11 Chilevisión, que fuera el canal de la Universidad de Chile, se asoció con la red venezolana Venevisión del grupo Cisneros, el cual controla el 99% del canal. El 1% restante, pertenece a la Universidad de Chile.
A esta enumeración debe agregarse el más nuevo de los canales chilenos. Se trata de Rock & Pop, un canal que orienta su programación prioritariamente a los jóvenes y que funciona en Santiago desde el 16 de agosto de 1995.
Al margen de la cobertura alcanzada por los canales más grandes del país (Megavisión, Televisión Nacional de Chile, Corporación de Televisión de la Universidad Católica y Chilevisión), deben agregarse las redes regionales que poseen estos canales.
La televisión por cable
Desde hace unos años el fenómeno de TV por cable ha venido incrementándose dramáticamente, si se tiene en cuenta el número de suscriptores. Según información suministrada por los mismos operadores, el país cuenta con más de 350.000 hogares suscritos y un índice de crecimiento de 20%.
Este aumento de la televisión pagada motivó al estudio y la creación de un sistema de fiscalización acorde con la realidad nacional.
El impacto del cable se ve hoy reflejado en una serie de diferencias cualitativas en relación con la televisión abierta. Sólo el número de horas de transmisiones puede ejemplificar esta diferencia: los canales de recepción abierta emiten unas 44 mil horas al año, mientras que el cable tiene una oferta programática que sobrepasa el millón en el mismo período.
El fenómeno en que se transformó el cable, principalmente de un año a la fecha, es de dimensiones nacionales. Aunque cerca de 60% de los abonados pertenecen a Santiago, el proceso de suscripción abarca todo el país. Desde Arica hasta Punta Arenas, casi todas las ciudades con más de 70 mil habitantes cuentan con algún servicio de televisión por cable. En 51 centros urbanos de Chile están operando 68 estaciones emisoras.
Además de la cobertura geográfica, esta modalidad televisiva ha penetrado un amplio sector de la sociedad. Si bien en un principio el cable fue una alternativa para las clases altas, hoy día la situación presenta notorios cambios. Los sectores medio y medio-bajo son un importante mercado en expansión, generando la penetración en las comunas denominadas populares por parte de los operadores.
Las empresas de cable que operan en Santiago han creado coaliciones haciendo que el mercado quede en manos de unos pocos. La fusión entre Intercom y Metrópolis por una parte, y por otra la unión entre VTR y Cableexpress ha hecho que el servicio sea más atractivo para los suscriptores, quienes finalmente se ven beneficiados con un mejor servicio y un mayor número de señales por operador.
Regulación de la TV pagada
El Consejo Nacional de Televisión, que vigila el desempeño de los canales de televisión abierta, también ha puesto sus ojos sobre los operadores de cable y para ello instaló una oficina encargada de revisar las emisiones con el fin de fiscalizar el material visto por los usuarios del sistema.
Se hace especial énfasis en el control de la programación con contenidos de excesiva violencia, pornografía, truculencia o la participación de menores en actos reñidos con la moral y las buenas costumbres. Además, fija los horarios en que es posible transmitir publicidad de alcohol y tabaco, y la emisión de películas calificadas para adultos.

No hay comentarios: