Sabatini Downey, Vicente
Jueves 06 de Noviembre de 2008
La transición a la democracia en Chile ha sido reconocida como exitosa en todo el mundo. Los avances conjuntos logrados en política, economía, sociedad y cultura están a la vista y plantean nuevos desafíos a partir de lo alcanzado. Uno de los logros de la transición chilena ha sido la televisión pública, que ha permitido consolidar un modelo único a nivel internacional: un canal del Estado, autónomo, diverso e independiente; un Directorio representativo, plural e independiente; un canal autofinanciado, con misión y que contribuye a reforzar la identidad nacional y a unir al país, un canal responsable de más del 40% de la programación cultural de toda la TV abierta del país (2007)… Es tan grande el éxito de la televisión pública que nos hemos acostumbrado a algo impensable en otros países: TVN es el canal líder de la TV chilena.
Pero evidentemente los tiempos cambian y hay que adaptarse a los nuevos desafíos. Y como TVN es el canal de Chile, son muchas las voces que sugieren hacia dónde debe ir la televisión pública para seguir siendo líder. Algo de eso hay en las columnas de opinión de Juan Carlos Altamirano, ex director de programación de TVN, quien reflexiona sobre el futuro del canal, hoy sometido a la competencia permanente de una industria con seis canales de televisión abierta y decenas de canales de televisión pagada. Esto implica que quedó atrás la época del duopolio de TVN y el Canal 13 que recuerda Altamirano, y ahora la oferta es mucho más competitiva. Pese a este nuevo escenario, los resultados demuestran que TVN tiene la mayor cercanía y aceptación de los chilenos, con un liderazgo consistente en el tiempo.
En este contexto, es válida la pregunta respecto de cuál es el centro de gravedad de la televisión pública.
Y como las opiniones deben objetivarse y el análisis debe ser serio y desapasionado, es bueno analizar lo que dice la encuesta de atributos de marca realizada este año por la empresa Cadem. Para un número significativo de chilenos, TVN es por lejos el canal que mejor representa a todos los chilenos, es un espacio que identifican como pluralista y cercano. En cuanto a su programación, se lo identifica como el canal que exhibe la mayor cantidad de programas culturales. Otro atributo de la programación de la televisión pública que las audiencias destacan es precisamente la diversidad de su oferta. En esta misma línea, nos reconocen como el canal que tiene los mejores matinales, programas de reportajes, telenovelas nacionales, estelares y deportes. Todos estos datos permiten afirmar que TVN tiene una programación diversa que satisface a distintos grupos de la sociedad en cuanto a contenidos y formatos.
En el mismo estudio, cuando a los encuestados se les preguntó qué canal tiene el mejor noticiero central, el resultado fue TVN. Claramente el canal público es el primero en la industria gracias a que “24 horas central” sigue liderando, al igual que todo el 2008, el rating a las 21:00 hrs.
Más allá de la sana discusión sobre TVN, es muy necesario recoger y validar la opinión que tienen los chilenos y chilenas sobre su televisión pública. Y esa opinión valida que el modelo de la televisión pública nacional de Chile es uno de los logros de la transición a la democracia de Chile, porque une al país, lo fortalece y lo representa.
Por el solo hecho de ser el canal que mejor representa a los chilenos, si no existiera, habría que inventarlo.
1 comentario:
¿Es TVN un canal público?
Publicado por Luis Cuello
21 Noviembre, 2008
Amigo de la ficción, el Director de Programación de TVN, Vicente Sabatini, nos sorprende con una apología a su empleador en el diario La Segunda.
Sabatini es audaz. El siguiente párrafo sintetiza su planteamiento central:
Uno de los logros de la transición chilena ha sido la televisión pública, que ha permitido consolidar un modelo único a nivel internacional: un canal del Estado, autónomo, diverso e independiente; un Directorio representativo, plural e independiente; un canal autofinanciado, con misión…
De todo ello, convengamos en dos elementos. Es efectivamente un canal del Estado en el sentido estricto, es decir, de la relación de propiedad. Y es, desde luego una entidad autofinanciada.
Este último rasgo excluye a todos los demás. Desde el momento en que toda su programación está invadida por la estridencia de spots de tiendas, bancos y supermercados, deja de ser público. No es posible concluir otra cosa, a través de una lectura desapasionada como la pide el autor de la columna.
TVN es un canal comercial más, liso y llano. En el plano de los contenidos el canal es otro rehén de los grandes avisadores, que sabemos, son muy pocos.
Nunca hablarán contra ellos. Sólo tal vez bajo un modelo de “control de daños”, como ocurre con el programa Esto no tiene nombre.
Mil doscientos trabajadores de Supermercados Santa Isabel paralizaron sus labores en busca de un reajuste salarial. Ni media palabra.
Ayer, funcionarios bancarios interrumpieron un seminario e increparon al presidente de la CPC, Alfredo Ovalle por su responsabilidad en el desastre previsional. Ahí estaban las cámaras de TVN, pero la cinta alcanzó sólo para reproducir la preocupación de Ovalle en torno al paro del sector público.
Y podríamos continuar infinitamente.
Esas conductas ¿serán propias de un canal público e independiente, como sostiene Sabatini? Si en algo tiene razón es en afirmar que TVN responde a un “modelo único a nivel internacional”. Muy exacto. No existe otro Estado que exhiba tal desprecio por el potencial liberador de una herramienta como la televisión.
Sillas musicales en TVN
De acuerdo. En verdad las groseras omisiones de los noticieros de TVN (que al ser omisiones se hacen dificiles de sopesar por la ciudadanía, por lo mismo) se podrían multiplicar ad infinitum, y vaya que son graves sobre todo, por el mentado caracter público de la entidad. pero no solo por esto TVN es un mal canal (incluso malo si se compara con los otros, más allá de que este sea el canal “público”) En el area cultural es pobre, y a propósito de el bicentenario que se aproxima y que ha servido de buena excusa para potenciar la mirada reflexiva en torno al país y su trayectoria / historia republicana y cultural. En su propia línea editorial (y no está mal que la tenga)Canal 13 ha desarrollado ambiciosos programas de muy diverssas índole, con ideas propias, recursos, mirada y coherencia en su conjunto (Héroes, Flor de País, Los 80 entre muchos otros)No es gratuíto que se proclame como el canal del bicentenario, y lo es, hasta ahora al menos. TVN produjo Epopeya, un aporte sin duda (aunque también con “daños controlados”) Y esa parodia de programa histórico que fue Grandes Chilenos, copia además, vía licencia, de un programa producido en el Reino Unido. Pare de contar. hasta chilevisión ha elaborado producción propia aluciva a nuestros 200 años como república. Habla, sin duda de una anemia programatica, editorial, de contenidos y mirada publica “estatal”, cultural, educativa. Pobreza y pereza. Si va a ser así, mejor que lo vendan (tal vez así se logre más independencia incluso, y se abran las señales para la televisión ciudadana, hecha desde abajo y desde adentro, con una cuota importante que como condición tenga el contar con pocos o medianos recursos. sería más interesante que ver a famosos en el hielo, unión de parejas en pantalla y repeticiones de Rojo matinales.
Comentario por Luis Cuello el 26 Noviembre 2008 @ 9:26
De acuerdo, algunos canales privados aportan más en programación cultural. Y otros son muchísimo más pluralistas, estoy pensando en Chilevisión, un canal que pese a que se utiliza para publicitar la carrera política de su propietario, con mayor frecuencia da espacio a otras voces en el momento oportuno.
Comentario por Juan Emar el 26 Noviembre 2008 @ 12:13
Creo, estimado, que lejos de despreciar el potencial liberador de la televisión, administran de manera muy consciente su potencial esclavizador.
Disfruté mucho la columna
saludos
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