23 jul 2008

El desembarco del Opus Dei en Canal 13

Por más de diez años dirigió la revista Hacer Familia, fue asesora de la estación y la elegida por Mercedes Ducci para acallar las críticas de la Iglesia. Asegura que no será Torquemada, pero que tampoco va a tropezar con las piedras que puedan contravenir la línea editorial. Todo en el estilo PUC, muy sutil, prácticamente sin que se note.

Poco después del mediodía, Julio Rojas, jefe de guionistas de Canal 13, sale de la oficina de María Ester Roblero, la nueva Editora General de Contenidos de la estación. “¿Tienes mi teléfono?”, pregunta Rojas. “No, pero me lo consigo”, responde la periodista, sin perder su sonrisa y enfundada en unos pantalones de cuero negro que le harían parecer una rockera en plan de retorno, si no fuera porque los usa un poco sueltos.

Desde noviembre del año pasado que María Ester Roblero es asesora de contenidos en el canal. Empezó haciendo ese trabajo en el matinal y la semana pasada se confirmó que asumía en el puesto que ocupaba Paulo Ramírez. “No es que el Polo lo haya hecho mal sino que tiene mucho trabajo a cargo del Festival de Viña y los programas envasados. Este trabajo se le hizo incompatible”, aclara de entrada Roblero.

Aunque el ex crítico de televisión de El Mercurio todavía no saca todas sus cosas de la oficina en el cuarto piso, alimentando las versiones de que el cambio además de radical, fue sorpresivo, Roblero asegura que su incorporación en el círculo de confianza de Mercedes Ducci, -la directora ejecutiva-, se fraguó el primer fin de semana de Julio. “Me llamó la ‘Memé’ y estuvimos dos días negociando la descripción del cargo”, cuenta.

Egresada de Periodismo en la Universidad Católica a mediados de los ’80, entre los que reconoce como amigos está el periodista Francisco Mouat, Milena Vodanovic (directora de revista Paula y esposa del ex ministro Ricardo Solari) y la documentalista Pamela Pequeño (La Hija de O´Higgins), con quien se asoció para presentar proyectos al Fondart y al Consejo Nacional de Televisión. En 2003 integró el panel del programa “Acoso Textual”, donde mujeres de distinto perfil conversaban con un hombre invitado. Ella era la conservadora. Durante doce años fue la directora de la revista Hacer Familia, vinculada a la prelatura del Opus Dei. “El Opus Dei no es como un ejército macedónico que actúa en bloque, cada uno sigue su vocación desde el trabajo. Yo no recibo instrucciones de nadie, ni tenemos reuniones clandestinas. En Acoso Textual no fui la cartucha del programa, se hubiera notado a la semana, soy mucho más que eso”, asegura.

En efecto, este no es el estreno de Roblero como “rostro” editorial. Antes condujo “El Domingo Hablamos”, una versión inofensiva de Tolerancia Cero. Actualmente participa de “¿Quién dijo que era fácil?”, un programa de orientación para padres y “En Contexto”, un espacio de conversación, ambos emitidos por la señal de cable.

El ojo de Torquemada

En la estación interpretan su nombramiento como una señal evidente hacia los sectores de la Iglesia que han criticado la línea editorial del canal y un intento claro de equilibrar la “misión” con las leyes del mercado. Además, otra perla del “estilo PUC” que removió a Paulo Ramírez de su cargo, pero sin echarlo del canal.

“No está claro si María Ester Roblero tendrá autoridad real y tampoco cuanto sabe de televisión, pero sí que su nombramiento es muy bien recibido por las autoridades de la Iglesia”, dice un ex ejecutivo del canal.

Las dudas son razonables en tiempos en que la competencia de los canales es cada vez más estrecha y cualquier paso en falso podría rezagar a la estación católica. La nueva editora de contenidos no tiene el “expertise” de Paulo Ramírez El año pasado el canal con más utilidades fue Chilevisión con $5184 millones, seguido por TVN con $4.551, Canal 13 con $3.549 millones y Mega con $3.030 millones.

Roblero llega justo cuando el canal tiene al menos nueve proyectos programáticos “en el horno”, entre ellos una teleserie nocturna y la programación de verano en la que el calor y los trajes de baño pueden conspirar contra la línea editorial.

“No me gusta encontrarme con piedras en el camino, con cosas que son del día a día como cuando los capítulos no salen del todo buenos o hay alguna declaración que pueda contravenir la línea editorial”, aclara. Por eso la reunión con Julio Rojas es parte de su integración a los distintos equipos de trabajo y al despliegue de las nuevas reglas del juego. “No voy a ver los programas con el ojo de Torquemada, pero sí tengo que estar en línea con los directores y los guionistas para evitar la improvisación y los problemas de última hora. Hay que analizar programa por programa. No estamos por poner en la pantalla fariseos en serie, tenemos que mostrar personajes humanos con todos sus pliegues. Estamos soñando una parrilla”, dice.

El berrinche de los obispos

Casi una semana después de que Roblero ultimara los detalles de su nueva posición con Mercedes Ducci , el miércoles 9, Fernando Chomalí, Obispo Auxiliar de Santiago, se declaró molesto por el afiche de la teleserie Lola (que durará más de un año, probando que es uno de los programas más rentables del canal) que mostraba a un hombre embarazado. Las declaraciones de Chomalí no hicieron más que catalizar una molestia recurrente en la Conferencia Episcopal. “En todas las reuniones de los obispos últimamente, la situación del canal ha sido tema. La opinión no es que hay que perderlo como señal abierta ni tampoco transformarlo en un canal religioso, pero sí se le pide coherencia”, dice una fuente del episcopado. A Chomalí se sumaron luego Alejandro Goic, Obispo de Rancagua y Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso, quienes criticaron públicamente la promoción de la teleserie.

“En privado les molesta por ejemplo que la Iglesia promueva el sueldo ético y ellos se gasten millones en pagarle a Raquel Argandoña, o que se hable de dignidad de las personas y haya un programa como Amor Ciego”, comenta la misma fuente.

“Basta ver el blog de El Mercurio para darse cuenta que las presiones vienen de todos lados”, asegura María Ester Roblero, aludiendo a una columna de Gonzalo Vial publicada la semana pasada donde el historiador recomienda que el canal se cierre o se venda. “Lo que la gente pide es que sea una marca clara y me parece que no ha sido una marca poco clara, pero me he sumado a este equipo para hacerla mucho más potente, con contenido más atractivos y más cortos”, dice.

Casada con un piloto comercial de Lan, Roblero califica perfectamente en el molde de católico ejemplar: es madre de cinco hijos casi todos universitarios, “por eso no me puedo dar el lujo de no ganar plata”, dice. Pertenece a una familia donde hay jesuitas destacados: Luis Roblero, su primo, es director de INFOCAP e integrante del Consejo de Trabajo y Equidad, y con el “concuerdo cien por ciento en todo lo que dice”, asegura. Su hermano Gabriel es encargado del movimiento juvenil CVX. Por último, aclara que “La Iglesia es experta en humanidad y un valor supremo es la libertad de las personas”. Veremos donde empieza el libertinaje.

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