Hay que abrir pronto la competencia
Patricio del Sol, Profesor titular Escuela Ingeniería UC, Presidente (i) del Consejo de Canal 13
De las decisiones del marco normativo para la televisión digital depende que los chilenos tengan acceso a una televisión abierta de calidad, competitiva y que no discrimina a los que no tienen cable.
El marco normativo para la televisión digital, hoy en discusión, es crucial para el futuro de la industria. La normativa tiene múltiples complejidades que implican riesgos y oportunidades para el sector y el país.
Uno de sus efectos más importantes es su impacto en la competitividad.Asociada a la convergencia que implica la tecnología digital, emerge la nueva industria de la televisión de alta definición (HDTV).
Ésta permite mejorar más de seis veces la nitidez de la imagen. En los televisores HDTV, la imagen es de 1.080 líneas con 1.920 pixeles cada una; en la de los analógicos (NTSC), que todos tenemos en casa, es en la práctica de a lo más 480 líneas x 330 pixeles.
La HDTV es un producto que crea una nueva industria, igual como lo fue la televisión en colores y la radio FM.
Entre 1980 y 2000, la FM sustituyó en más de 90% a la AM, la que transmitía a una fidelidad dos veces inferior (la AM ocupa 10 KHZ de ancho de banda y la FM, 200 KHZ).
Pudiendo ver el mundial de fútbol del 2010 en HDTV, ¿a quién le dará lo mismo verlo con una nitidez de imagen seis veces peor?
La televisión masiva analógica con baja nitidez de imagen (nivel NTSC) será sustituida por la HDTV. La única duda es cuánto tiempo demorará el proceso de reemplazo.
El problema es que mientras las autoridades no establezcan el marco normativo de la televisión digital, la industria de la HDTV está abierta sólo al segmento que distribuye la señal por cable, dominado hoy en día por una sola empresa que tiene una participación de mercado mayor al 70%.
El segmento del cable está creciendo fuertemente, esperándose que para el 2011 más del 70% de los hogares chilenos tenga televisión por cable.
Sólo a modo de ejemplo abordo el caso que conozco mejor, el de Canal 13, cuyo valor agregado a la sociedad depende vitalmente de que no le coarten las capacidades competitivas en HDTV.
La misión de Canal 13 es ser una televisión de contenido local y de calidad, con una línea editorial distintiva y coherente.
Persigue su ventaja competitiva a través de esforzarse en ofrecer una programación más valorada por los televidentes, busca lo que se llama una ventaja por diferenciación.
Para competir en la nueva era digital, Canal 13 quiere priorizar la televisión de calidad producida localmente, la que naturalmente cuesta más. El desafío primordial son las grandes producciones locales de alta calidad e inversión, que generan un círculo virtuoso que se hace más valioso mientras más gente se incorpora a él.
Como la inversión publicitaria total es limitada, el financiamiento de esta propuesta de televisión, de alta calidad e inversión, requiere competir por una participación relevante de la audiencia.
Para tener éxito ofreciendo una televisión no excluyente, local y de calidad, muchos elementos deben conjugarse en plenitud, incluido, por supuesto, el de la nitidez de la imagen, la que no puede quedar en desmedro respecto de la ofrecida por cable.
Así, el poder transmitir en HDTV relativamente luego es vital.
Uno de los roles de los reguladores es garantizar la competencia. Actualmente la industria de TV abierta es suficientemente competitiva; lo normal es que de un mes a otro las empresas pierdan o ganen varios puntos de participación de mercado.
Esta volatilidad, que se origina en el gran impacto que tienen unos pocos programas muy exitosos en la audiencia total de un canal, hace que ésta sea hoy una de las industrias más competitivas del país.
Es importante que el marco normativo para la televisión digital promueva, además de un aumento en la calidad de la televisión local chilena, una competitividad en la industria de HDTV al menos equivalente a la que existe hoy en la televisión abierta.
Para esto es indispensable que permita pronto a los canales de televisión abierta, cuya programación es ofrecida en forma gratuita y no exclusiva, competir en la industria de HDTV en iguales condiciones que las empresas de televisión por cable.
Dado el amplio espacio disponible en la banda UHF, la autoridad puede asignar anchos de banda que no coarten las capacidades competitivas de los canales abiertos, y todavía quedarse con espacio disponible para asignarlo a otros canales.
De las decisiones del marco normativo para la televisión digital depende que los chilenos tengan acceso a una televisión abierta de calidad, competitiva y que no discrimina a la población que no tiene cable.
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